Alejandro Lerner en Rafaela
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Apareció la inconfundible voz de Juan Alberto Badía y esas viejas imágenes de Badía & Cia que decían con fuerza “es el momento de Alejandro Lerner”. Y ahí emergió su imagen, unos 35 años después de aquella estampa juvenil que ilustraba la tapa de su segundo disco.
Saludó, se sentó en el piano y los primeros acordes lo llevaron a “Para quererme bien”, primer tema del álbum “Todo a pulmón”, el disco emblema, el que lo trajo a Rafaela recordando aquel puñado de grandes canciones. Antes de “Cuando una mujer se enamora”, saludó a todas las madres, en la previa de su día, bromeó con los hombres presentes. Y así comenzó Alejandro Lerner a desandar una noche mágica que navegó entre el romanticismo, la nostalgia, el recuerdo, la esperanza.
Fueron de a poco pasando las canciones y el Lasserre fue tomando color y calor en un viernes perfecto. Lerner manejó los tiempos y la gente acompañó. Se permitió emocionarse con su “Todo a pulmón” en formato vinilo mostrado por una fan en la primera fila -“por fin veo a quien compró ese disco”, bromeó-, contestó las propuestas indecentes y anónimas. Puso a todos de pie por primera vez en la noche con “Nena Neurótica”.
Y así fue haciendo un delicado recorrido por una discografía a la que le sobran canciones que están en la memoria popular. Contó la historia de como una canción suya llegó a Luis Miguel, justo antes de cantar “Dame”. Habló del momento del país –“lo único estable en la Argentina son las crisis”, reflexionó- y luego soltó “Hope”. Un rato después hizo “Sueños de Elefante”, ambos temas de su último disco.
Claro que la recta final arrancó con el momento más esperado. La versión de “Todo a Pulmón” acompañado desde la pantalla gigante por los artistas con los que grabó la versión actual. Así se vieron Abel Pintos, Lali Espósito, Rolo Sartorio, León Gieco, Sandra Mihanovich, Axel, la Sole y Lerner, con el teatro de pie y una altísima sensación de nostalgia de la buena. Parecía que ya era suficiente, pero no.
Aunque el propio artista amagaba a dejar el escenario, se fue y volvió varias veces. Y aparecieron más clásicos. “Entre lágrimas y euforia”, “Juntos para siempre”, “Volver a empezar”, para cerrar con “Cuatro estrofas” y augurar un regreso a Rafaela.
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