Jey Mammon

Jey mammon es un actor cómico argentino.

Juan era profesor de catequesis y su trabajo en la Iglesia Católica incluía verse a diario con el cardenal Bergoglio, por ejemplo. Además era músico y tenía un pequeño contacto con el mundo de la televisión: tocaba el órgano en la misa que se emitía por Canal 7. Un día lo contrataron para hacer un disco de música cristiana. Iba a ser el disco de una Fundación encargada de cuidar a los niños desamparados. Antes de terminar la grabación lo llamaron para explicarle que había algunas demoras en la producción: «El padre Grassi está con un problemita», le dijeron. 

Juan cuenta esto con cierta conciencia de que su biografía es involuntariamente bizarra: «Cuando me di cuenta de que el problemita de Grassi tenía 14 años, largué todo». 

El incidente fue la gota que colmó varios vasos: «fue un proceso doloroso, decidí dedicarme a otra cosa, empecé a hacer otro tipo de música, me asumí gay…». 

Detrás de Juan, que ahora se llama Jey Mammon, está el Lago San Roque, en el parador ShowBeach. Digamos que la calma del agua hace un pintoresco contraste con el torbellino que dice Jey que fue su vida a partir de ese momento. Fundó una banda con nombre diabólico -Mammon, uno de los hijos del demonio según algunas mitologías occidentales- y comenzó a hacer comedia. Hasta ahí, la historia de una «desconversión». Pero entonces aparece Nazarena Vélez. 

«Nazarena es mi madre putatitva… nunca mejor dicho. Empecé a hacer radio con ella, la llevé a mi show y ahí comenzó todo». ¿Qué comenzó? Un furor con Estelita, su personaje más célebre, una entrevistadora veleta e incorrecta que supo poner en aprietos a gran parte de la farándula porteña en shows en vivo que terminaban rebotando en los programas de chimentos gracias a las declaraciones que, gracias al humor, Estelita conseguía: desde Natacha Jaitt acusando a un político poderoso de haberle pagado una noche de sexo y drogas, hasta Luis Ventura revelando un romance entre Sergio Denis y Mirtha Legrand. De todo un poco con mucho de eso inexplicable que sucede en el mundo chimentero, sazonado con una exploración humorística desenfadada y arriesgada.

La anécdota se termina de armar así: la productora del programa de radio de Nazarena y la misma Nazarena lo ayudan a contactarse con los famosos, hasta que sucede que las mismas celebrities ya comienzan a pedir ser entrevistados por Estelita en esos shows a la gorra. Toda la fauna del Bailando por un sueño comienza a desfilar por ahí, y el 2011 de Jey Mammon se convierte en algo increíble que a su vez da paso a un verano en Carlos Paz, como parte del elenco de Despedida de soltero y con el unipersonal ¿Dónde está Jey Mammon? en Zebra. Del under bardero a recibir mensajes de Matías Alé para que lo ayude a seducir a Eugenia Lemos. «Estoy en un proceso de transición, digamos. Pero sigo haciendo lo mismo… es raro. Antes de todo esto hice una canción contra Ricardo Fort, por ejemplo, pero después Ricardo vino al show y la terminamos cantando juntos».

«Me gusta transgredir pero no me considero un transgresor. No produzco la transgresión… creo que simplemente me pasan cosas que son transgresoras. Vengo de un pasado religioso, y de repente rompí con todo…», dice, para explicar el paralelo entre ese salto al vacío en su biografía y los saltos que hace sobre el escenario. «Hago lo que quiero, lo que me divierte».

En Buenos Aires, sus shows a la gorra son un furor, y entre el público siempre, siempre hay uno o dos ex alumnos de catequesis. «Van a ver la transformación», cuenta Jey.