Sergio «Maravilla» Martínez

Sergio «Maravilla» Martinez es el reconocido boxeador, que tuvo su explosión mediática luego de la extensa e imperdible entrevista con Alejandro Fantino en Animales Sueltos, será parte del show de Marcelo Tinelli.

Sergio «Maravilla» Martínez  se largará a la pista de baile y, en medio de la sorpresa y la andanada de comentarios tras su decisión, aclaró que tiene una razón familiar que lo impulsó a sumarse al desafío: «Entro al Bailando por mi vieja. El que me vaya a criticar por participar que piense en esto: son tres casas más para mi madre. La idea es que ella después las alquile y viva de las rentas», simplifica.

Respecto de lo que será su participación, el boxeador detalló: «Yo me animo a todo. Lo único que no quiero hacer es el ridículo. Me voy a preparar para evitar eso».

La gala del martes careció ya de la expectativa que generaba la apertura de Florencia Peña, pero ofreció otros ingredientes interesantes, por ejemplo, la presentación de Sergio “Maravilla” Martínez. Aunque en el baile al boxeador no le fue muy bien (recibió sólo 24 puntos del jurado), su performance fue condimentada por la improvisación del conductor, que sabe explotar situaciones cuando percibe que algo puede funcionar.

En este caso, Tinelli no temió convertirse en protagonista: se sacó la camisa y se calzó guantes para tomar clases de box, promocionó al deportista como buen candidato y comparó abdominales. Pero la parte más insólita del intercambio se vivió cuando se dejó seducir por la tía de Maravilla que, entre otros piropos, prometió darle “con ternura hasta el viernes”.

No es la primera vez que Tinelli convoca a un boxeador para Bailando por un Sueño. Ya han competido Fabio «La Mole» Moli (que ganó en 2010), Rodrigo «La Hiena» Barrios, Jorge «Locomotora» Castro y el ex-campeón Mike Tyson, que tuvo una pequeña participación.

«El tipo de ejercicios que hago para pelear es totalmente diferente al que tengo que hacer para bailar, porque no tengo que endurecer los músculos, tengo que ablandarlos…es un desafío», explicó preocupado, pero risueño.

El boxeador, de 37 años, está acostumbrado a ganarle a las dificultades de la vida. Nació en Avellaneda y proviene de una familia humilde. Tuvo que dejar sus estudios a los 13 para trabajar a la par con su padre que era metalúrgico. A los 21 comenzó a practicar boxeo y de ahí en más se fue ganando un lugar en ese deporte.

Ya con un título en la Argentina, en 2000 quiso probar suerte en Europa, en donde al principio no le fue muy bien. «Fui indocumentado, estuve preso, pasé hambre y los domingos pedía comida en la puerta de una iglesia con los mendigos, eso fue duro, sí, no fue bonito», recordó hace unos meses en una entrevista con este medio.Hoy es campeón mundial de diamante del Consejo Mundial de Boxeo, lo que lo colocó entre los tres mejores del mundo. Es muy reconocido en Estados Unidos, en donde no puede salir sin escoltas. «No porque me vaya a pasar algo malo -aclaró en su momento-, sino porque puedo llegar a tardar dos horas en recorrer cien metros. No puedo decir que no si alguien se toma el trabajo de esperarme una hora para una foto o un autógrafo. Es mi deber agradecérselo, ya que soy lo que soy gracias a ellos».

http://youtu.be/WeCdfodaGs8